En la oportunidad, Calvo habló sobre diversos temas, entre los cuales se destacó la importancia del desarrollo tecnológico que viene aportando Surcos a la actividad agrícola, a través de las formulaciones de fitosanitarios con nanotecnología.

Consultado por los aportes de la nanotecnología al sector, el presidente de Surcos explicó:  “Las formulaciones con nanotecnología traen muchos beneficios ambientales, agronómicos y económicos. Son mucho menos nocivas, tanto para el ambiente como para el aplicador, los productos tienen menor deriva y volatilidad y a nivel de costos, son muy beneficiosas para el productor ya que son más económicas”.

Además agregó que “lo que hace la nanotecnología es reducir la dosis de ingrediente activo hasta un setenta por ciento, para obtener los mismos resultados en el tratamiento de malezas, insectos u hongos. Eso, claramente es un beneficio enorme para el medioambiente y también a nivel de costos.

Por otra parte, el empresario también resaltó que Surcos forma parte de la llamada industria del conocimiento ya que “tenemos un equipo de más de ocho ingenieros químicos y seis ingenieros agrónomos abocados 100% a ir incorporando nuevas moléculas a la nanotecnología”.

En este sentido, comentó que la empresa cuenta con una paleta de 120 productos y que hoy en día solo 20 están formulados con nanotecnología. “Nuestra idea es llegar a toda la paleta de productos con esta formulación. Cada molécula tiene su particularidad para ser formulada con nanotecnología, lo cual requiere de mucha investigación y pruebas a campo para poder incorporarlas”, remarcó Calvo.

Por último, el presidente de Surcos, habló de la reciente obtención de patentes para exportar productos a Europa del Este y su desembarco en la capital triguera mundial: “Al ver el potencial que tenían las formulaciones con nanotecnología, hace 4 o 5 años atrás comenzamos  a trabajar en el objetivo de exportar nuestro conocimiento al mundo”. 

“Así –continuó- en todo Sudamérica ya tenemos sucursales de Surcos y recientemente desembarcamos en Europa del Este, en un núcleo de diez países, entre los cuales se encuentran Rusia, Ucrania, Bielorrusia, entre otros, donde la producción cerealera es muy fuerte y tenemos un gran potencial de expansión.