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Ahora, a enfrentar con todo al nabo y al raigrás

“una excelente estrategia de control es la combinación de Dédalo Elite (el 2,4-D de Surcos, con nanotecnología), más glifosato”

Sigue avanzando la cosecha gruesa y muchos productores ya están enfocados también en hacer muy bien los barbechos, de cara a la próxima campaña de invierno. En ese marco, en una zona muy importante, como el sur y sudoeste de la provincia de Buenos Aires, hay que prestar especial atención a dos malezas muy difíciles: el nabo y el raigrás.

Ese fue uno de los temas centrales que abordó la nueva transmisión en vivo por Instagram que llevó a cabo Surcos, que fue coordinada por su gerente de Marketing, Antonio Cavaglia, y de la que participaron diferentes expertos de la compañía.

En un primer capítulo, la protagonista fue Valeria Crocce, Jefa de Producto en aquella región bonaerense, quien recorre permanentemente una zona muy diversa en ambientes, en la que el trigo y la cebada ocupan un área importante.

“Los nabos son de la familia de las crucíferas, dentro de la cual hay cinco especies diferentes, que se comportan como malezas y portan resistencia o tolerancia a distintos principios activos”, introdujo la especialista.

Agregó que “hay biotipos con simple, doble y hasta triple resistencia a distintos modos de acción. Además, es un grupo muy arraigado a esta zona, con tanta plasticidad que lo tenemos presente en los lotes prácticamente todo el año”.

Por si fuera poco, Crocce advirtió que los nabos también están sincronizados, en tiempo y espacio, con otro gran problema: el raigrás.

Ante todo esto, y en el caso de que el nabo esté adelantado en su ciclo y registre apariciones en el barbecho del trigo, “una excelente estrategia de control es la combinación de Dédalo Elite (el 2,4-D de Surcos, con nanotecnología), más glifosato”, indicó la ingeniera agrónoma. Precisó que el Dédalo se puede aplicar todo el año, sin restricciones.

“Nuestra formulación demostró, en diferentes ensayos técnicos, que logra el mayor control contra el nabo”, informó. También mencionó que otra alternativa es la aplicación de otro modo de acción, la flurocloridona, a través de un producto denominado Helios, un preemergente que logra un excelente control.  

Las crucíferas, como las “nabolza”, mezcla de nabo y colza, son una maleza muy dura.   “Ya durante el ciclo del trigo, con nacimientos de nabo en macollaje del cultivo, la combinación de Dédalo Elite más Tributo Elite, nuestro metribuzin con nanotecnología, generan una sinergia que potencia el control de los nabos”, indicó la especialista de Surcos.

 Y, para el final de su participación, dejó un dato interesante: con Bingo Elite, cuya molécula es el fomesafén (que tradicionalmente se usa para el control de yuyo colorado en cultivos de verano), se viene logrando buenos controles postemergentes contra el nabo.

“Vale la pena recordar que este producto es absolutamente compatible con cualquier glifosato, sin riesgos de ningún tipo de separación de fases químicas dentro del tanque que implique que se apliquen sub o sobre dosis en el campo”, dijo Crocce.

Por supuesto, es clave, contra esta maleza y cualquier otra, la calidad de aplicación para un herbicida de contacto como es Bingo Elite. En la segunda parte de la transmisión en vivo a través de la cuenta de Surcos en Instagram, el foco cambió de zona, hacia el centro-norte y oeste de la provincia de Buenos Aires.

Entonces, se sumó a la charla Matías Baltar, Jefe de Producto allí. En la zona, en la que se espera otro gran año de siembra de trigo, los dos grandes problemas son la rama negra y el raigrás. “De las cuatro millones de hectáreas en las que el raigrás es un problema, el 50% está en la provincia de Buenos Aires.

Realmente es una especie naturalizada del sistema, muy difícil de controlar durante el ciclo del trigo y también luego durante los barbechos cortos para los cultivos de gruesa”, dice el técnico.

El tema es importante porque esta especie, al igual que el nabo, compite fuerte con el cultivo por los recursos para desarrollarse y, además, tiene resistencia a múltiples herbicidas. Teniendo en cuenta la sensibilidad del raigrás a los graminicidas del grupo DIM, Baltar aconsejó utilizar una combinación de productos con alto poder de control sobre especies de hoja fina y ancha, como Apofis Elite (el Cletodim de Surcos, con nanotecnología) más Dédalo Elite.  

“La combinación de estos productos, más el glifosato, potencia la sinergia entre los productos. Además, genera un ahorro de producto y cantidad de aplicaciones”, agregó. Precisó, además, que el Cletodim se puede aplicar hasta 15 días antes de la siembra de trigo.  Luego, Baltar tomó una recomendación que había hecho Crocce un rato antes para el control de los nabos, pero la aplicó a otras problemáticas. .

“En nuestra zona se está probando con éxito combinar Dédalo Elite más Tributo Elite hacia el macollaje del trigo, para combatir a la rama negra, pero también abarcando otras especies de hoja ancha invernales, como mastuerzo, nabo, bolsa de pastor o capiquí”, detalló. Teniendo en cuenta la sinergia que existe entre esos dos productos, Baltar aconsejó dosificar unos 600 centímetros cúbicos del Tributo (Metribuzin) más 400 centímetros cúbicos de Dédalo (2,4-D).

“En este caso, bajamos un poco la dosis del Metribuzin, pero no se pierde eficacia de control ni residualidad”, afirmó respecto al manejo postemergente de la rama negra.

En definitiva, la empresa llevó a cabo una nueva capacitación a través de las tecnologías que, como las redes sociales, permiten hoy que muchos productores y asesores se sigan capacitando, a pesar de las restricciones que impone la pandemia del coronavirus.

Porque la agroindustria tiene que seguir produciendo, y Surcos es parte de ella.

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